Los germinados, esos pequeños brotes que emergen de las semillas, han ganado gran popularidad en los últimos años por su alto valor nutricional y su versatilidad culinaria
¿Cómo se obtienen?
Las semillas de leguminosas, hortalizas o cereales (como lentejas, garbanzos, soja, espelta…) se someten a un proceso de hidratación que despierta todo su potencial. La cáscara se ablanda, las enzimas se activan y comienzan a descomponer los nutrientes almacenados en la semilla, transformándolos en formas más accesibles y absorbibles.
Bajo condiciones adecuadas de luz y humedad, los brotes emergen en pocos días. Este crecimiento se debe a una intensa actividad metabólica en el interior de la semilla, donde los nutrientes se movilizan para el desarrollo de la planta joven.
Variedades
Cada tipo de germinado aporta un sabor y textura únicos, desde el suave y crujiente de la alfalfa hasta el picante de la mostaza o el terroso de las lentejas.
Entre los más comunes se encuentran:
- Leguminosas: Lentejas, garbanzos, soja, judías mungo, guisantes.
- Cereales: Trigo, cebada, avena, arroz, mijo.
- Semillas: Girasol, calabaza, chía, alfalfa, rábano, mostaza, berro.
Su versatilidad en la cocina los convierte en un ingrediente ideal para ensaladas, sándwiches, salteados, wraps. topping de cremas y guarniciones.
Propiedades nutricionales
- Mayor biodisponibilidad de nutrientes:
La germinación desencadena una serie de cambios en las semillas que multiplican la biodisponibilidad de vitaminas y minerales, como vitaminas del grupo B (B1, B2, B3, B5, B6 y B9), vitamina C, vitamina E y vitamina K y minerales como el hierro, calcio, magnesio, fósforo, potasio y zinc. Destacan, además, por su riqueza en compuestos bioactivos de gran poder antioxidante.
- Mejor digestión y absorción de nutrientes:
Las semillas germinadas experimentan un aumento en la actividad enzimática, lo que facilita la digestión y la asimilación de nutrientes.
- Aporte de fibra:
Al provenir de semillas enteras, los germinados son una fuente excepcional de fibra dietética.
Precauciones
Si bien los alimentos germinados ofrecen múltiples beneficios, es importante considerar algunas precauciones para su consumo seguro:
- Procedencia: optar por brotes de fuentes confiables, cultivados con prácticas agrícolas seguras.
- Preparación: lavar cuidadosamente los brotes antes de consumirlos para eliminar posibles bacterias.
- Conservación: almacenar los brotes en refrigeración y consumirlos en un plazo máximo de 5-7 días.
- Evitar semillas no aptas: no germinar semillas de solanáceas (patatas, tomates, berenjenas, pimientos) por su toxicidad.
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